Adoración de los Pastores

Adoración de los Pastores

TÍTULO DE LA OBRA

Adoración de los pastores

 

CLASIFICACIÓN

Último tercio del siglo XVIII

 

AUTOR

Círculo de Francisco Bayeu

 

PROCEDENCIA

Legado del Cardenal D. Ángel Suquía Goicoetxea

 

TÉCNICA

Óleo sobre lienzo.

 

MEDIDAS

63cm x 49,5cm

 

DESCRIPCIÓN

Lienzo que representa la Adoración de los pastores al niño Jesús. En el centro de la composición se puede ver a la Virgen María junto al pesebre justo delante del Niño. Las dos figuras aparecen mucho más iluminadas que el resto de la obra gracias a un foco de luz que parece venir de la figura del Niño. La Virgen y el pesebre forman un triángulo que refuerza aún más el protagonismo de estas dos figuras respecto al resto.

Los dos pastores que se encuentran a ambos lados forman un paréntesis entre ellos cierran y enmarcan la figura de la Madre y el Hijo, llevando la atención del espectador a estas dos figuras centrales.

El fondo, muy difuminado, a pesar de la presencia de algún elemento arquitectónico, da la sensación de una especie de gruta o cueva en la cual se desarrollaría la escena. En la parte superior se ve la representación de tres puti de manera muy esbozada.

La pincelada en general es muy suelta y muy abocetada. La pintura predomina al dibujo que se muestra escaso en esta obra, como se puede apreciar en los rostros de los personajes.

 

ESTADO DE CONSERVACIÓN

El lienzo presenta mucha suciedad adherida y necesitaría una intervención.  

 

ESTUDIO

Dada la pincelada suelta y poco cuidada que se observa a simple vista al contemplar la obra, podemos asegurar que nos encontramos ante un trabajo preparatorio para una obra de mayor calidad.

El lienzo original se encuentra reentelado sobre otro más moderno en un bastidor también de época reciente, por lo que nos está hablando de una obra antigua que ha sido intervenida con posterioridad para ser preservada.

Por la técnica utilizada y por el estudio que se ha hecho de la obra, podemos relacionar este lienzo con el círculo de los hermanos Bayeu, Francisco y Ramón. Uno de los primeros encargos que recibe Francisco Bayeu es la realización de unos lienzos para decorar el claustro del convento de San Pascual en Aranjuez. Los lienzos han desparecido pero el Museo del Prado conserva un grabado de Fernando Selma de uno de ellos. Se trata del mismo motivo que nuestra obra, una adoración de los pastores, con el que guarda un gran parecido tanto en la composición como en el dibujo de las figuras. Podría tratarse pues, de un trabajo preparatorio para la obra que el rey Carlos III encargó a Bayeu en 1769.

Por otro lado, en 1791 el rey Carlos IV encarga a Juan de Villanueva la reconstrucción del Oratorio del Palacio de Aranjuez, llamado de la Reina por su función en la época de Isabel II. La posterior decoración del oratorio fue llevada a cabo por los dos hermanos zaragozanos, Francisco y Ramón. Los temas representados son: la Adoración de los Reyes Magos, la Adoración de los pastores, la Huida a Egipto, la Visitación y Zacarías y Santa Isabel con la Virgen María. Para la ejecución de los frescos se realizaron numerosos trabajos preparatorios como los bocetos para el fresco de la Adoración de los Reyes Magos, que se conservan en el Museo del Prado. La obra aquí estudiada podría también corresponder a uno de estos trabajos preparatorios, que tanto Francisco Bayeu o su hermano Ramón pudieron realizar como estudio previo para la obra del Palacio de Aranjuez. Se descarta pues la opción de que este lienzo sea una copia del fresco original realizada por algún pintor de menor calidad, ya que si observamos la obra del Oratorio vemos que la composición y tonalidades son diferentes a la de la obra aquí estudiada.  

La carrera de Francisco Bayeu está íntimamente relacionada con la Casa Real española. Nacido en Zaragoza en 1734, se educó en la escuela de dibujo del pintor Juan Andrés Merklein. En 1758 obtuvo el premio extraordinario de pintura en la Academia de San Fernando y con él la posibilidad de continuar su aprendizaje en Madrid bajo la dirección Antonio González Velázquez. Realizó pinturas para diferentes iglesias y conventos las cuales, aprobadas calurosamente por Mengs, le granjearon el nombramiento de ayudante del pintor y su constante protección. Ello le llevó a ejecutar la decoración de varios techos del Palacio de Oriente y a recibir numerosos encargos para la decoración de iglesias, en el estilo frío y académico de su protector pero sin olvidar las tonalidades más encendidas de su anterior maestro González Velázquez. Esto mismo se puede apreciar en nuestra obra de estudio. Aun siendo un trabajo preparatorio, en esta obra predomina la pincelada y el color frente al dibujo. Se aprecia más esa influencia de González Velázquez y no tanto el academicismo y preponderancia del dibujo de Rafael Mengs.

Francisco Bayeu acaparó todos los títulos artísticos de la Corte (pintor del rey, pintor de cámara y primer pintor de cámara en 1790) y no hubo cargo oficial que no pasase por sus manos. También tuvo mano ancha en la Real Fábrica de Tapices, donde trabajó junto con su hermano Ramón. La Fábrica había sido fundada por Felipe V y alcanzó su fase de mayor actividad en el reinado de Carlos III, siendo empleados en ella los pintores que tenían aspiraciones en la Corte y que, a partir de estos comienzos, deseaban catapultarse a empresas más ambiciosas, como sucedió con Goya y con el propio Bayeu.

El Cabildo de la Catedral de Madrid cuenta ya entre sus fondos con una obra de Francisco Bayeu. Se trata de una imagen de la Piedad, un óleo sobre lienzo de 1779, que se expone en la antesacristía de la Catedral de la Almudena.

Concluyendo el estudio de esta pieza, podemos decir que nos encontramos ante una obra de no muy alta calidad, ya que se trata de un trabajo previo para un cuadro de mayor envergadura. En relación con el círculo de Francisco Bayeu, es muy probable que se trate de un preparatorio para el encargo que el propio Bayeu recibió para decorar el claustro del convento de San Pascual en Aranjuez.

 

Fernando Fresneda Pacheco
Museo de la Catedral de la Almudena